Ante las circunstancias que, a veces, te rodean te percibes impotente, te preguntas quién eres, adviertes que no te conoces, te encuentras solo y perdido, sin recursos, sin nada a tu alcance con lo que ayudarte o ser ayudado.

Te sientes en medio de un mar inmenso, en una barca con sus remos, lamentas tu pequeñez ante tanta inmensidad. Podrías intentar remar, pero ¿hacia dónde? Miras a tu alrededor, solo ves agua, nada que te guíe.

Pero te engañas, si miras bien y buscas creyendo que lo hay, lo encontrarás. Escucha tu corazón que te dice ¿por qué no pruebas a mirar a otro lado? Y entonces miras hacia arriba y durante el día está el sol que te indica el este y el oeste, el norte y el sur. Si es por la noche, tienes la Estrella Polar que siempre indica el norte y es fácilmente visible. Elige y rema en la dirección que sientes y llegarás a buen puerto.

Los profesionales poseemos la brújula del conocimiento y de la experiencia, acepta y usa ese recursos y todo será más fácil.

Te desorienta la angustia, la ansiedad, el estado de ánimo, el miedo, el desconocimiento….