A veces nuestra Alma siente una gran pena que,  pesa demasiado a nuestro cuerpo que se debilita. Da la sensación de que nos explota una bomba por dentro, quemando todo nuestro cuerpo. A veces se manifiesta también fuera: se quema la cara, se quema el cuello, sale una urticaria y no sabemos la causa, aunque solemos darle una explicación, poco creíble pero,  que nos permite sentirnos seguros mientras nos va consumiendo, viviendo en un sin vivir, que no nos deja ver con claridad y nos vuelve vulnerables, indefensos y,  nos dejamos llevar haciendo lo que nos dicen. Cuando algo nos duele, nos desanimamos.                                                                                                                                Disimulamos nuestro dolor porque nos sentimos desvalidos y nos mete en más miedo. Pero es más preocupante una actitud de defensa yendo de listo o  apoyarnos en aquellos  que van de importantes y nos dicen lo que nos pasa,  cómo hacer las cosas, cómo gestionar lo que  sentimos y cómo tenemos que cumplir nuestras obligaciones. Escuchándolos y obedeciéndolos perderemos la vida disponiendo lo que otros dictaminan, mientras pasamos por la nuestra vegetando.

                                                   No temamos la soledad, perder ese miedo nos hará más fuerte. Cojamos aire con coraje, aprendamos a cuidarnos, hagamos lo que decidimos, no nos conformemos con otra cosa. Cambiar de aires un tiempo, ir al encuentro con nuestro Yo. Echémosle ganas  cogiendo todo el amor que nos demos, que nos den porque el Amor es lo más poderoso que existe. Pasaremos por decepciones, frustraciones, putadas…aunque exista todo esto y más, también vivirás todo el amor verdadero que te permitas disfrutar.                                                  Estamos rodeados de posibilidades y esperanzas que nos motivan. Toda nueva etapa cuesta al principio pero cuando nos abrimos a lo nuevo y rompemos los viejos hábitos que nos encadenan, somos libres para hacer lo que queremos. Seguimos adelante; observamos  y escuchamos e inventamos nuevos enfoques. Elsa Barber

                      

Llámanos