Por desconocimiento hacemos daño y nos dejamos engañar por estandartes manipuladores, deshonestos, mezquinos y crueles en muchos casos y en el de la transexualidad en concreto.  En la manifestación feminista del 8 de Marzo oí cómo se gritaba: transexualidad y, cada chillido me destrozaba. No soy transexual ni tengo a nadie cercano que lo sea; por mi trabajo como psicóloga-sexóloga  he escuchado a gente que lo es y cómo sufren. Es una lucha interna atroz , entre su genitalidad diferente a su identidad . Es consecuencia de un problema de función hormonal en el desarrollo uterino y no se conoce cómo solucionarlo ni cómo prevenirlo.                        Cuando un espermatozoide entra en un óvulo se produce la fecundación y el comienzo del desarrollo de un ser humano. El llamado cigoto en estas primeras 6 semanas tiene el cromosoma X o, el cromosoma Y pero, sus órganos sexuales están indiferenciados; es hermafrodita, contiene los aparatos de Muller, que desarrolla los genitales masculinos y el aparato de Wolf que desarrolla los genitales femeninos. Ambos órganos genitales están presentes sin desarrollar. Después de 6 semanas se produce un proceso hormonal que da lugar a la diferenciación sexual. Si todo va bien, en el varón se desarrolla el aparato de Muller dando lugar a genitales masculinos y si es mujer se desarrolla el aparato Wolf dando lugar a genitales femeninos. Si hay algún fallo se desarrolla el aparato Wolf por defecto dando lugar al desarrollo de  genitales femeninos, independientemente de los cromosomas x/y.  A los 7 meses de embarazo tiene lugar otro proceso hormonal que interviene en el desarrollo de estructuras cerebrales que determinan la identidad sexual del individuo. Un problema en este proceso produce lo que llamamos transexualidad. Los dos sexos son las caras de una moneda, entre ellos hay una escala con 100 en cada extremo y 0 en el centro. No hay nadie 100% masculino ni 100% femenino. Tenemos ambos polos, cada uno en un porcentaje diferente. Tantos  porcentajes diferentes como diferentes  características de sexualidad y de gozar el sexo. Creo que en este tema es necesario el máximo respeto a todas las formas, a la naturaleza de cada uno y a la intimidad personal. No son objeto ni de juicios ni de reivindicaciones ni de manipulaciones. Hay niños “Machones”, como yo porque me gustaba subirme a los árboles, por caminos de cabra, los deportes… y niños que se ponen los zapatos y la ropa de los papás, niños que juegan a los médicos entre niños, entre niñas, mezclados… Todo forma parte del desarrollo de la sexualidad humana individual. Los prejuicios y las etiquetas sólo cortan el proceso natural de cada uno y la confusión que puede causar mucho daño. Guiar, educar en el proceso, sí por supuesto y necesario también pero con el máximo respeto y naturalidad. Elsa Barber

Llámanos