No me gustan las ideologías, las frases hechas famosas ni las etiquetas. No se trata de si creo o no en lo que dicen,  sino de  qué se pueden convertir en  orejeras que no nos permiten ver más que una parte muy pequeña de la realidad y distorsionan nuestro juicio, nuestra conducta y hasta nuestras relaciones. ¿Hablar la inmigración, escuchar sobre inmigración? creo que confunde bastante con la realidad de lo que está pasando.  Estoy de acuerdo con que la inmigración es natural y parte de la vida. Desde pequeña he visto cómo pasaban por mi tierra canaria africanos, árabes, chinos, huidos del este comunista, alemanes, ingleses, franceses, nórdicos. Siempre lo he visto natural, no presencié nunca ningún problema, ni falta de libertad para que se movieran y buscaran la vida. Si presencié acogida, ayuda, amistad. Tratan hacernos razonar recordando que canarios y peninsulares hemos emigrado a otros países  por lo que debemos ser comprensivos y tolerantes.  Creo que se juzga demasiado a la ligera la realidad de Canarias de hoy. Empezamos por llamar inmigración a lo que es una invasión. Cuando los españoles emigramos lo hicimos por cuenta propia y,  buscándonos la vida trabajando duramente para salir adelante. En Canarias hoy entran a diario grupos de 200, de 400 y hasta de 1.000 diarios, ya casi,  supera la población. Es una marcha verde disfrazada como la del año 1975 en el Sahara, dónde una muchedumbre enorme de mujeres y niños, entre los que se ocultaba un ejército de hombres armados, consiguieron la administración del Sahara con falsas promesas de referendum de autodeterminación y que ha acabado con el regalo del Sahara a Marruecos, en este año 2021, por parte de la ONU. ¿Con qué derecho hace eso la ONU?  ¿Qué tiene esto que ver con inmigración?¿ No es más bien un robo? Le han arrebatado su tierra a los saharagüis y van por lo mismo a las Canarias. Desde el año 1956,  en que Marruecos nació como país, estoy oyendo a su gobierno y pobladores que pedían, como suyos El Sahara, Ceuta, Melilla y las Canarias. En este año ha conseguido el Sahara de forma totalmente aberrante y van por las Canarias. Estos inmigrantes de patera,  asombrosa cantidad de pateras llenas de personas,  algunos inmigrantes pero entre ellos vienen soldados preparados y que siguen preparándose, cosa que vemos los canarios. Cobran una paga de 426 €, los alojan en buenos hoteles turísticos, pensión completa, que nos cuesta a los españoles 40 € diarios por cada uno. Y todo ese dineral no va a los españoles que estamos necesitándolo para dar de comer a nuestros hijos, pagar hipotecas, mantener negocios… Encima se quejan de la mala comida y tienen un comportamiento agresivo y violento. Han violado, maltratado a los canarios y especialmente a las canarias que tienen miedo de salir solas y después de las 8 de la noche ni los hombres se sienten seguros saliendo si no van en grupo. Eso es la realidad actual hoy, desde hace meses y nuestro gobierno no hace nada ni deja a los canarios que impidan tal invasión, mal llamada inmigración. No quiero sino hacer reflexionar a cada uno, mostrando una realidad que es y se esconde bajo una etiqueta de inmigración, juzgando sus denuncias como  racismo. Al pan, pan y al vino, vino. Me gusta el pan y me gusta el vino y, me gusta el pan con vino. Pero no me gusta que me vendan gato por liebre. La realidad no se puede tapar con palabras ni con juicios engañosos para dividir y crear caos para poseer,  en lugar de unir para convivir en paz y calidad de vida para todos. No me creas, mira y ve. Elsa Barber

   

 

 

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