Todo está moviéndose continuamente. Personas, trabajos, relaciones…van y vienen. Lo mejor es aprender a disfrutarlas cuando las tenemos. No nos culpabilicemos por los cambios, escuchemos nuestro buen corazón que nos ayudará a comprender, aceptar y gestionar lo mejor posible.  Tendemos a idealizar lo que hubiera sido y a quejarnos de lo que es porque… quizás no era el momento o no era esa la dirección… Aprendamos a seguir adelante    abonando las mejores condiciones, cuidándonos prosperando y manteniéndonos calentitos con el amor que somos y que nos dan. Con todas estas experiencias nos convertiremos en adultos fuertes y sabios que renovaremos el momento enriqueciéndonos.  No dejemos la vida pasar, siempre es el momento de actuar, estando presentes, disfrutando lo que hay, guardando para recordar, ocupándonos con entusiasmo y jugando, siempre jugando como niños que aprenden, se divierten y gozan continuamente.                                                  Cuando se nos pone difícil nos plegamos, perdemos las esperanzas, buscamos refugio y olvidamos la magia que portamos,  que podemos usar para transformar lo difícil en fácil, empezando por destruir ese refugio creado para protegernos, que nos impide avanzar.  Yo creo que la palabra a emplear no es difícil, es no sabemos, pero podemos aprenderlo. Cuando aprendimos a caminar ¿lo pensamos o simplemente lo hicimos hasta dominarlo? Y una vez dominado que fácil nos resulta ¿ no es así con todo?.  Lidiemos con lo desconocido, dejemos fluir nuestra creatividad y espontaneidad hasta dominarlo.    YA, YA, DECIMOS, es muy fácil decirlo pero no tanto hacerlo. pero detectarás que  ES MÁS FÁCIL HACERLO QUE PENSARLO. Valoremos lo que queremos y el reto de conseguirlo.  Enfoquemos de diferentes maneras los miedos que nos bloquean, los razonamientos que nos desvían, las perspectivas que nos presionan. No seamos aguafiestas,  vamos por los beneficios, evoquemos  buenos recuerdos,  logros,  triunfos y pongámoslos  en la pista de lanzamiento para que el empujón nos lleve mas lejos. Hagámoslo posible siendo tozudamente estoicos e incansables para reconvertir sabiamente la energía y el entusiasmo, el trabajo y la dedicación, las reflexiones valiosas. MAGIA  es madurar de la mano del niño, con formas amorosas, espontáneas, creativas, confianza… es una buena estrategia. Elsa Barber                                                                                                                                                     

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