Son muchas las etapas que pasamos en nuestra vida. Pasamos, en cada una, muchas y diferentes cosas. Estamos despiertos o viviendo con muchas pesadillas. Nos cuesta, a veces, distinguir la realidad de las pesadillas. Pero la vida siempre nos da oportunidades para aprender a distinguirlas. Las heridas del pasado sin sanar nos boicotean para no conseguir discernir entre ambas. Pero, a pesar de ello, seguimos buscando un cambio, algo diferente y buscamos ayudas para aprender, para variar gestionando lo que está en nuestras manos y espabilar, comprender y aceptar  una nueva visión de aquello que no podemos cambiar. No podemos huir de la realidad ni podemos negar las pesadillas, pero podemos transformar ambas enfrentándolas, mirándolas con gafas de bendición y oportunidad, en lugar de carga. Esas experiencias nos han construido como somos hoy y nos ayudaran a seguir construyendo lo que seremos dentro de un año, dentro de cinco…

Es viviendo como aprendemos, reparamos y construimos. Podemos sobrevivir esperando o vivir asimilando y disfrutando lo que hay. Estar vivo es ir a por lo que queremos, conseguir lo máximo que podemos, que es,  mucho mas de lo que imaginamos. La fórmula es: enfrenta y resuelve; trabaja para cumplir tus sueños, superar los obstáculos, vivir libre con exito, sin la esclavitud del miedo que es la peor de las cárceles. No es un camino fácil, pero tampoco difícil. Puede resultar, a veces largo, a veces corto. Nos podemos encontrar en una fantástica autopista o en un camino sin asfaltar; a veces tenemos que recorrerlo con espíritu indomable y otras con constancia, honestidad y autocontrol. Muchas veces caeremos, pero caer nos enseña a levantarnos avanzando. Viviremos instantes de sentirnos perdidos y exhaustos,  instantes de  sentirnos fuertes y capaces disfrutando .

      

Estos cambios pueden funcionar como una revisión médica que confirma si nuestra salud es buena o no. Y podemos conocer el tratamiento necesario para sanar antes de que sea irreparable. Elsa Barber

Llámanos