Comparto mi primer contacto con la vida y mi rabia,  la que empezó a crecer conmigo desde entonces.                            Zas, de repente y no sé ni como estoy en un nuevo lugar, un precioso espacio lleno de luz, cálido, grande, placentero, contiene todo lo que necesito y quiero, para crecer. Me siento contenta y feliz pero,  de repente me envuelve la oscuridad, noto que me quieren echar y desde entonces me enfrento, me agarro intentando permanecer y esa es mi vida hasta ahora y no sé como salir de este círculo vicioso en el que me encuentro porque creo que lo necesito para sobrevivir y lo único que me proporciona es muerte.                             Saltó la alarma.            Me despertó el buho que ve en la oscuridad       . Ya no quiero ser más una opción para nadie, ya no quiero hablar más para ser malinterpretada, ya no estoy dispuesta a todo, lo siento, estoy harta, ya no tengo humor para aguantar más vomitonas de quién se siente mal. Que cada uno se haga cargo de sus basuras. Dejo de hacer lo que se espera de mí; voy a empezar a ser yo misma, para ayudarme, para darme lo que necesito, para quererme. Me lo merezco. Antes me dirían egoísta y yo pediría perdón, sintiéndome culpable. Pero mi rabia-buho me ha ayudado a entender que soy mi mayor responsabilidad y aprender a quererme es el sentido de mi vida. Aprender amarse, lo que es el verdadero amor cuesta, es un gran y profundo trabajo, es hacer el inconsciente, consciente.   ¿A qué no gusta ser criticada por todo? yo estoy harta de que lo hagan conmigo, fuera las apisonadoras y ser la diana de injusticias y crueldades y,                  que entren las mariposas con bellos colores y volando libres. Me hago cargo de mi vida y de mis errores pero salgo de mi ombligo, suelto lo ridículo  y lo cambio por lo vital.   La respuesta la tengo delante de mí, el resultado no es lo importante. Digo con frecuencia: no me cojas de la mano, soy mayor y puedo sola. Pero es mentira, necesito esa mano pero el miedo a que me la nieguen me hace adelantarme diciendo no la quiero. ¿En el amor y en la guerra todo vale? No.                                                                                                       Aprendiendo  a amar tropiezo, doy traspiés, caigo, me levanto y sigo adelante y triunfo sin dañar a nadie. Elijo vivir, amar y ser amada. No quiero suplicar más amor, no quiero abrir la puerta a quien me hace daño. No pido nada que no me quieran dar. Nunca es tarde para empezar. Solo quiero paz y que me dejen vivir. MI rabia empezó a crecer desde muy temprano pero hoy la he visto, la he escuchado, la he entendido y nos hemos aliado para vivir en paz y libre lo elegido. Elsa Barber

Llámanos