Fui una niña feliz; mi infancia fue mágica, magia que iluminaba mi entorno. Disfruté de mi familia a lo grande. Éramos siete hermanos y mas de sesenta y seis primos, jugamos disfrutando nuestra inocencia, alegría y amor infantiles. Fue una etapa especial en la que las estrellas brillaban, las flores aromatizaban los espacios y nos deleitaban con  sus colores y belleza. Experimenté ternura, amabilidad, cooperación, unidad, afecto… Siempre he intentado que siguiera siendo una realidad a lo largo de mi vida.

Pero los asuntos de familia cuando crecemos se van complicando. Van pasando los años y seguramente seguirás sin averiguar nada. ¿la verdad? olvídate. Cuando no sabes que hacer, no sabes qué necesitas, busca y déjate ayudar. Aprende de las diferentes situaciones que vives, recordando siempre los momentos felices y archiva los malos.      Avanza, puedes, jamas te rindas, trabaja y logra tus sueños, profundiza y desarrolla la forma de ser lo mejor que puedes.

En el caminar te chocarás con contratiempos, porque la vida es compleja y tu cabeza enloquece buscando respuesta a tus preguntas. Pero no necesitas las respuestas, llegarán cuando te rodees de lo que te hace sentir bien, practicando lo que te lleva por el buen camino para sentir la libertad y La Paz que tanto deseas. Elsa Barber

 

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