Hay momentos en tú vida que te sientes solo, asustado, débil y desesperado; con la sensación de que nadie te ve, nadie te recuerda y te preguntas si realmente estás muerto. La indiferencia y el abandono de los que te rodean es una forma de dejar de existir. Tu cuerpo lo ves y lo tocas y tu esencia no te ha abandonado y sigue sin cruzar la linea a otra existencia. Pero consideras que cruzar la línea es lo que toca pues ya no formas parte del colectivo humano, de los que quieres y deseas que se desmorone la estructura formada por tu cuerpo; no existes y sientes dolor, desolación y quieres que ese momento sea corto y ponga fin a tanta aflicción; no queda nada por lo que continuar, sólo la culpa por lo que sucede te remata. Todos pasamos por momentos difíciles, pero todo se puede arreglar. Todos los problemas tienen solución, solo hay que buscarla. Si tienes pesadillas, al despertar sabes que era  sólo un mal sueño.

       Pero tu esencia sigue contigo y te anima a permanecer, alimenta tu fuerza para lograrlo, retos para impulsarte, motivación para conseguirlo, voluntad indomable para que te empuja hacia delante partiendo de un lugar totalmente desconocido, compensando tu vulnerabilidad  portando recuerdos de  lo aprendido, herramientas adquiridas, todo lo necesario para cubrir tus necesidades y seguir tu camino. Una oportunidad, un nuevo comienzo, con otros  que te ven  y aprecian. Recuerdos de amor y calor te hacen llorar pero tu valor y coraje te llevan a seguir caminando, primero un paso, luego otro, pero pasos diferentes; vas encontrando las compañías que buscas, el amor que te alimenta, creando juegos divertidos, maravillosas, llenos de color y risas, de música maestra, de bailes armoniosos, de magia reconfortante para fortalecer la confianza y el merecimiento de todo lo bueno.  Sientes una serena aceptación de las trivialidades de la vida a las que diste demasiada importancia. Comienza la vida que quieres, con tus habilidades, inteligencia y osadía; descubre lo que funciona, domestica tu caballo con la humildad de tu corazón y guíalo al éxito que se encuentra a la vuelta de la esquina. Elsa Barber